He de admitir que la navidad ya pasó y yo ni la sentí, me dedique a trabajar de manera casi imposible, mas de 12 horas al día sin tiempo ni para envolver los regalos, algunos de ellos los compre a las carreras mientras iba a comer o rumbo a mi casa, pocos minutos antes de que cualquier centro comerial cerrara.
Legué a casa el 24 faltando media hora para partir a festejar la navidad, fue el cambio mas rápido de look que he logrado: pintarme, peinarme, cambiarme ropa, comer, perfumarme, tomar los regalos... uf, y con un resfriado que me provocó tal dolor de cabeza que ya ni siquiera alcanzaba a ver bien a la gente.
Benditas aspirinas que lograron darme animo junto con la cena.
Ahora ya pasó la Navidad y n en ese momento no tuve tiempo de asimilar lo que estaba viviendo: la nueva familia que me acepta, los regalos que recibí, los que entregué acompañados de un abrazo interminable y exquisito de cada persona que quiero, la comida que no preparé pero cómo la disfruté.
Ahora todo mundo ha partido hacia sus vacaciones mientras yo hago mi planning del próximo año bajo un enorme abrigo que me cubre frente a la computadora de la empresa y a pesar de lo sola que me pudiera encontrar, admito que apenas hoy comienzo a sentir la navidad, no esta ninguna de Mis Personas en esta Ciudad, y sin embargo me siento menos sola que nunca.
viernes, 26 de diciembre de 2008
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