jueves, 11 de junio de 2009

Los cuentos de princesas si existen

Como la mayoría de las personas que conozco, tuve una familia normal, es decir, disfuncional.
¿Contradictorio no?
Mi padre era 30 años mayor que mi madre. Casado y con 2 concubinatos mas, claro, cabe mencionar que era político y justificaba sus auscencias diciendo que tenia campaña o que viajar o que ayudar a su amigo.
Mi madre tenía poco mas de 30, venia de un pueblo, o sea que era medio credula todavía. Su mas grande sueño y aspiración en la vida era casarse con "un buen hombre", tener una familia grande y claro, que ella cumpliera con el rol de la que cuida a los niños y tener su tiempo para ver a sus amigas, ir de compras, cuidar a sus mascotas; mientras que el hombre tendría que ser el tipico proveedor que arreglara las cosas de la casa: que cambiara los focos, arreglara las goteras, limpiara el jardín.
Supongo que esa aspiración se hizo mas grande al ver que 2 de sus 3 hermanas ya se habían casado y tenían exactamente lo que ella quería.
Tal vez eso contribuyo a que se fuera del pueblo que la vio crecer y esta claro que mi padre tenía de todas esas expectativas solo 1: era el proveedor.
Creci viendo como la infidelidad era completamente normal, cómo se permitía que el respeto quedara de lado con palabras y actos y ahí empece a dejar de creer en el romantico amor de los cuentos de princesas.
Todavía cuando me quedaba un poco de esperanza me di cuenta de que mis tías, las que eran tan felices en sus matrimonios no lo habían sido realmente: 1 se había casado con un pedófilo; la otra con un infiel. Y mis tías menos cercanas con hombres flojos, o machos y hasta gays. Por supuesto que ni siquiera me dió tristeza, antes de los 12 años no había conocido el amor y ya me daba mucha flojera pensar en ello y cuando por razones de la misma edad, hormonas o influencia y me comenzaron a gustar los chicos, decidí que podía divertirme y así lo hice, hasta algún día que comencé a conocer familias unidas, solidas, alegres, que se respetaban; parejas que despues de 30 años de casados se saludaban con el mismo entusiasmo que si estuvieran de luna de miel.
Ahí empecé a creer que realmente si puedes tener una buena pareja pero solo si tu cumples primero tus propias metas, si no tienes mayores expectativas que encontrar a alguien parecido a ti mismo, igual de realizado, igual de entregado.
Todo esto viene al analisis de mi perspectiva de las parejas, porque yo jamás pense en casarme; me dedique a crearme nuevas metas, a disfrutar la vida, a realizarme profesionalmente, a tener amigas, a ir a bailar, a viajar...
Ahora me encuentro realizando planes que nunca creí hacer, pensando en compartir mi vida con alguien, en jurar amor eterno, en desprenderme de mi para crecer de la mano de alguien.

martes, 10 de febrero de 2009

El gorrión tocó un corazón

Siempre hablo de mi real y patética falta de tiempo para vivir... o de los ajustes que le he tenido que hacer a mi vida para disfrutarla en breves espacios y tiempos, es por eso que los recuerdos de lo que me apasionó me impulsan a encontrar nuevos placeres en diferentes ambitos.
Esta vez me refiero al placer del oido.
Recuerdo el estéreo que teniamos en casa: usaba discos LP y casetes que mi madre podía alto escuchando y cantando en frances (o al menos eso se suponía que era) Des nuits d'amour a ne plus en finirun grand bonheur qui prend sa placedes enuis des chagrins, des phasesheureux, heureux a en mourir.Quand il me prend dans ses brasil me parle tout bas,je vois la vie en rose.
Para mi solo era música de adultos sin sentido, hasta que, aproximadamente a los 25 años vi una extraordinaria película alemana "Nadie me quiere".
En resumen la historia es de una mujer tan a disgusto con la vida que solo piensa en el momento en que esta terminará, sin embargo, su camino hacia la autodestrución se encuentra interrumpida por un ingenioso chaman que le asegura cómo llegaran refrescantes cambios a sus días. Es claro que los cambios los empieza a efectuar ella sin darse cuenta que esa es la finalidad que tiene el brujo en cuestión. La película es sumamente divertida y termina con el volúmen mas alto que se usa en toda la película con la voz de un gorrión muy terrenal: Non, rien de rien, non, je ne regrette rienni le bien qu`on m`a fait, ni le maltout ca m`est bien egalnon, rien de rien, non, je ne regrette rienc`est paye, balaye, oublie, je me fous du passe.
Si, la mismisima Edith Piaf que sonaba en el viejo estereo de la casa, la misma que era considerada como "música pasada de moda... para adultos... para adultos aburridos... para quienes repetían algo sin encontrarle sentido a las palabras".
Y quedé fascinada con esa canción. Ahora todavía me encuentro cantandola a veces.
Después comenzé a ver películas de su biografía, a comprar discos y ahora tengo una maravillosa colección de sus éxitos y notan esitosas canciones.
Hace un par de semanas fui a cenar a una crepería y mientras veía la carta me di cuenta de que al fondo se escuchaba Allez venez! MilordVous asseoir à ma tableIl fait si froid dehorsIci, c'est confortableLaissez-vous faire, Milord. Que placer, y me di cuenta de que no importa el tiempo, las ocupaciones, los papeles que llenar, los clientes que visitar, en el trayecto, en el descanso, en cualquier parte, puedes permitirte ceder al placer del oido y disfrutar una pequeña parte de la vida de alguién mas.